Las células madre son los bloques de construcción del cuerpo. Cuando existe una enfermedad o lesión, estas células madre responden a las señales específicas y se disponen a facilitar la curación a través de diferenciarse en células especializadas requeridas para la reparación del cuerpo. Es decir, siempre que existen en un número suficiente y reciben las señales correctas cuando se produce la enfermedad o lesión estas acuden.
La grasa del cuerpo es la medicina, contiene millones de células madre. La grasa es la fuente más rica conocida del cuerpo humano de las células madre adultas. Las células madre adultas se encuentran en todos los órganos del cuerpo, pero en el tejido adiposo (grasa) en cantidades muchísimo más grandes.
Al inicio de nuestra vida tenemos una gran cantidad de células madre, pero con el paso de los años y de forma normal, nuestras células madre se van reduciendo en cantidad. Igualmente, estas pueden reducirse más rápidamente cuando tenemos alguna enfermedad, debido a que tienen que estar continuamente reparando las zonas y tejidos dañados producidos por determinada patología o lesión.
¿Qué es la terapia de células madre?
La terapia con células madre es un procedimiento mínimamente invasivo, ambulatorio, no doloroso, la recuperación es inmediata y sin efectos secundarios. Las C.M se derivan de la propia sangre, la médula ósea y / o grasa del paciente. Un procedimiento de aplicación de células madre adultas puede ser completado entre cuatro o cinco horas.
En nuestros protocolos, se extrae tejido adiposo del mismo paciente mediante una mini liposucción bajo anestesia local. Adicionalmente, una muestra de sangre es extraída para obtener plasma rico en plaquetas (PRP) y rico en factores de crecimiento.
Una vez obtenida la cantidad de grasa y sangre necesaria, se procesa para extraer las células madre y posteriormente se activan mediante el uso de altas tecnologías, el resultado final es un producto totalmente natural con millones de células madre propias del paciente, listas para ser administradas en los sitios necesarios y empezar el proceso regenerativo de inmediato.
La terapia con células madre es de gran beneficio para las personas con enfermedades cuyo tratamiento tradicional ofrece menos opciones óptimas. Esas condiciones incluyen enfermedades autoinmunes, parálisis cerebral, la isquemia crítica de extremidades, enfermedad degenerativa de las articulaciones, la diabetes tipo II, insuficiencia cardíaca, esclerosis múltiple, osteoartritis, artritis reumatoide y la lesión de la médula ósea, entre otras.